Un sol va por el bulevar
anclando en su pisada un suspirar
con sus audífonos evade el mundo
un millón la ven pasar
y ni se inmuta, y ni replica
rayos de luz de su cabeza
iluminan al que pasa y ve
la luz transparente de su piel
en su cara de diosa al atardecer
sabe lo que es tocar sin orquesta
andando con la sonrisa expuesta
seduciendo al viento, al mismo sol
con su aire de grandeza
al talle su orgullo intacto
con su parsimonia al caminar
erguida, inmaculada
arrogante y altiva
un sol, vestido de mujer.
Hace tiempo que no deleitaba mis ojos con letras tan exquisitas… disfruté el viaje, aunque corto, por cada una de tus letras.
!Un placer leerte Cadaver!