Atrás quedaron los infames trucos de libertad
expuesto el corazón no se puede regresar
te dije adios un par de veces, y cien más
no lo pude evitar, algunas tragedias se sortean al azar
con la carga que dan las noches y la verdad
decidimos recorrer la ruta reparando en algún hotel
aligerando las penas con el veneno del licor
saltando de cama en cama, de orgasmos a breva
jugando a la ruleta en algun casino
apostando sin perder la compostura
entre llantos contenidos y algo de histeria
con la moralista doctrina que nos agobia
nos volvemos a ver cuatro estaciones después
con historias incompletas que aderezan
con braguitas de papel, azucar y sal: la cama.