Tequila, wiskey, vodka, piezas clave
para desinhibir los sentidos y el pudor
para ayudar a olvidar los esquemas
para ir en contra de lo establecido
cuatro fichas en el tablero
un par de damas, un monigote y un caballero
la mesa estaba servida para dos
pero como siempre, no había apetito
por cuestión de espacio el caballero quedo frente a mi
la oscuridad no fue obstáculo, los labios se encontraron
un beso tierno, casi como un susurro
sin dejar escapar el mas mínimo suspiro
las manos actuaban con discreción
quisieron jugar mas allá de lo permitido
caricias discretas que no causaran revuelo
y delataran lo que pasaba bajo el edredón
tomo mi mano y la puso sobre su miembro
por una extraña razón esa acción no me molesto
la tela del pantalón no pudo disimular
que su “mejor amigo” estaba entusiasmado
el deseo de jugar y el alcohol en el torrente sanguíneo
evito que recobrara la cordura
mis manos actuaron con cierta torpeza y
exploraron territorio hasta entonces desconocido
invidentes diestros en la oscuridad
el tacto bastaba para exitar
mudos por temor a delatarnos
conteníamos jadeos y gemidos
pequeños besos en silencio
tocaba mis senos encima de la ropa
discretamente bajaba a la entrepierna
yo lo evitaba, aún no se porque
un bostezo disfrazó el ruido
cuando el cierre del pantalón se abrío
conocí a su firme y cálido compañero
lo toque hasta que no pudo más, y termino…
a pocos centímetros de distancia
dormía una pareja que jamas se percato
que el caballero y la dama intimaron
tuvieron una noche buena, un feliz juego de manos.
con cuanta intensidad vives cada cronica!, me hizo recordar que nunca hay que vetar los juegos de manos…