Emborrachémonos hoy
con besos en la espalda
que nos encuentren el fin de semana
con los labios rojos y cansados
cerremos la cortina de la ventana
pasemos desapercibidos de la rutina
que la conciencia no nos aflija
por las cosas que haremos en cama
sedientos, inertes y desnudos
con una sonrisa como escudo
a gritar que llegue el fin del mundo…