Llámame anarquista
es contradictorio, lo se…
¿pero quién no lo es?
hasta dios lo fue una vez
el salmón no se detuvo
a contracorriente pudo resistir
los embates de los ríos
con anzuelos dignos … y morir
una digna rendición de cuentas
me espera al final, en la despedida
se acabaran los bríos, Dios me vera
dejo la justicia en sus manos
marionetas con dedo acusador
con contratos de elitistas
sabuesos del gobierno
formados como escoltas de la reina
no intenten quitar esa gran A
del lado izquierdo de mi pecho
a algunos nos gusta las revoluciones
no la borregada, no la ambición
mercaderes de fe
buscan la gloria bajo la trinchera
escondiendo el fusil
o disparando fuego amigo
en este mundo de hipocresías
mejor pasar las últimas horas
navegando con grilletes en los pies
en una isla, desterrado
alguien pagara al fin un rescate
un cheque en blanco al portador
si algún día nos volvemos a ver
tengo unas palabras que decir.