Ya no soy ese ángel malvado que te hacía sonreir
que te contaba historias con guiones mal gastados
ya mis alas que acariciabas al pulir
son deshechos de un mar oxidado
cuantas veces te dije adios sin despedirme
cuantas veces te advertí sin prevenirte
ya no es tiempo de pedir perdón
quizás, y a lo mucho, redención
busco pagar el rescate por mi alma
el infierno me tiene cautivo con cadenas
la nota que te envio es solo para que sepas
la pistola apunta a mi cabeza y la bala es de plata
no tengo palabras que curen
ni un abrazo que te diga que yo no estuve
tengo un corazón adormilado
unas cartas perdidas, quizas en el olvido
pero te seguiré viendo en el silencio
como la muñeca preciosa en mi tintero
con sus arreboles y sus faldas de colores
sin sonrisas fingidas, sin aguaceros.